La Estrategia Berdesia sigue en marcha: restauración de una abejera tradicional en Tafalla

La Asociación BERDESIA Elkartea ha restaurado esta abejera tradicional, un edificio que es patrimonio etnográfico de Tafalla junto con las abejas salvajes que las habitan. Todo empieza, como siempre, con una conversación: Berdesia reúne a varias personas interesadas en el tema que llevan tiempo observando las antiguas abejeras, como el autor del blog Tafalla a pie, Javier Torralba o el creador del mapa de abejeras de Tafalla, Atxu Ayerra, entre otras y otros.

En 2021 la asociación se pone manos a la obra y, en el marco de la Estrategia Berdesia, propone la catalogación, diagnóstico y propuesta de intervención sobre 26 abejeras. El Ayuntamiento de Tafalla lleva a cabo el proyecto y hay sorpresas: esta abejera alberga un enjambre salvaje muy valioso.

En 2022 Berdesia acuerda con el Ayuntamiento restaurar la Aquitana 2 y presenta un plan para lograrlo. Así, se reproducen varios enjambres a partir del existente y se impulsa el estudio científico de esta variedad de abeja. Gracias al trabajo de varios profesionales de la apicultura y la colaboración de voluntariado de Berdesia y del Grupo Auzolan de la Asociación de Jubilados San Sebastián, la construcción queda de nuevo lista para funcionar, permitiendo preservar y potenciar este tipo de abeja, impulsar la biodiversidad de la zona y contribuir a la educación ambiental con visitas, porque lo que se conoce, se quiere y se cuida de otra manera.

Un lugar con mucha historia

Esta construcción rural cobija colmenas de abejas y extrae miel con técnicas tradicionales. Esta abejera centenaria es de propiedad comunal y fue trabajada por última vez entre 1940 y 1980 por la familia de Tomás Landa “Froilán”, nombre por el que también se la conoce. Se extraían entre 40 y 60 kg de miel al año para alimento, venta o trueque.

Está construida con piedra del lugar con algunos remates en arena, arcilla y cal. La cubierta se cierra con grandes losas que soportan unos 70 cm de tierra como aislamiento natural. Tiene 54 habitáculos donde las abejas se alojan para crear sus colmenas y producir cera y miel. Las abejas entran y salen por orificios de su tamaño llamados piqueras, pero cuando el apicultor quiere recolectar, tiene que acceder al interior a través de una galería.

De vez en cuando, las abejas obreras montan una revolución y eligen otra reina. La antigua sale de la colmena con sus fieles y se refugia en uno de los ventureros, pequeños albergues de piedra externos que sirven para crear nuevos enjambres.

Abejas y biodiversidad

Son pequeñas y, aun así, vitales para el medio ambiente. Las abejas polinizan cultivos y flora silvestre, como los almendros que la rodean y que son uno de los manjares de la primera floración del año. Estos insectos suponen una parte fundamental en la conservación de ecosistemas, paisaje y biodiversidad. Además, esta variedad de abejas sabe convivir con la varroa, un ácaro que ocasiona estragos en la apicultura.

¿Cómo se copia una colmena?

La apicultura ha logrado crear 6 colmenas nuevas a partir de la original para llenar de nuevo esta abejera, pero ¿cómo? Normalmente son las obreras las que deciden que la reina no puede seguir en el trono: raptan varios de sus huevos y los alimentan con jalea real para destronarla con una nueva soberana. En esta ocasión es el apicultor el que ha seleccionado huevos de la reina madre para hacer un traslarve: depositar a las crías en celdillas artificiales.

El siguiente paso es introducir a las futuras reinas en diferentes colmenas huérfanas, que por naturaleza actúan como nodrizas criando a la reina como si fuera suya. Una vez fuertes, las reinas hacen un vuelo nupcial y se aparean con los zánganos. Después, cada una es trasladada a una “incubadora”, una caja donde comienza a poner miles de huevos diarios y crea una familia con su genética.

Cuando ya se ha formado el enjambre, es hora de volver a la abejera tafallesa, y para eso las abjeas han de perder el sentido de la ubicación, así que el apicultor las lleva lejos durante, al menos, 20 días: unas vacaciones. Después, ya están listas para su nueva casa. El apicultor secuestra la reina madre de cada colmena y la encierra en jaulas que dispone en las diferentes habitaciones. Libera entonces cada enjambre, que busca rápidamente a su reina y se instala, ¡toda una aventura!

Todo un mundo en miniatura

🐝 Cada abeja recorre un radio de 5 kilómetros en torno a su colmena, viviendo en simbiosis con el entorno.

🐝 Arañas, avispas, abejarucos, golondrinas o ratones se alimentan de abejas.

🐝 Una sola colmena produce 100 kg de miel al año. El apicultor recoge de 10 a 20kg por enjambre y el resto lo consumen las abejas. Un solo kilo de miel contiene el néctar de 1500000 flores y es el trabajo de 200 abejas y una cucharada de miel supone el trabajo de toda la vida de 6 abejas.

🐝 En invierno para la puesta de huevos y los enjambres pueden mantenerse con solo 3000 individuos.

🐝 Se estima que en verano de 2023 esta abejera contará con 600000 ejemplares que, a su vez, se reproducirán de forma natural.

Este proyecto ha contado con la financiación de

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